18.3.10

Cuando nuestra ÉTICA trasciende responsabilidades

Cuentan que en un supermercado muy abastecido de la ciudad había un vendedor que conversaba mucho con sus clientes; pero a este tipo le gustaba hablar de Dios; un día platicando con un cliente le confesó que no creía en Dios, diciéndole:

- ”Mire usted por la ventana, ve a ese niño desnutrido y sucio pidiendo limosna, si existiera un Dios no lo permitiría, mire usted más allá, ve a ese tipo mutilado de la pierna derecha, sucio y anda diciendo a todos que tiene SIDA, llora para que le den unas monedas, la verdad que yo no creo que exista Dios”.

El cliente que solamente lo escuchaba paga y se marcha del supermercado, Diez minutos más tarde regresa y busca al vendedor y le dice:

- “ Amigo, ¿usted cree que existan los supermercados?”.


- Pero señor mío, usted está dentro de uno, salta a la vista.

- Bueno le informo que en la puerta hay una criatura que se ve que no come hace días, implorando piedad y peleando con los de seguridad para ingresar por un poco de comida.

Winston Churchill decía: el ciudadano inglés que cumple con sus impuestos, que sabe llevar honrosamente el nombre de su patria, pero no hace nada por mejorar la sociedad inglesa será un ladrón de su tiempo.

Es indudable que cuando la empresa no trasciende a la persona y solamente ve a ella como un cliente más, está condenada a bucear en el mar de la mediocridad y del no compromiso que lo atarán a la ausencia de ideales que ha sido la característica muy marcada de empresas que han fracasado, mucho antes de finalizar el siglo pasado, así como aquellas que no pudieron atravesar el segundo uno del nuevo milenio.

Cuentan que estaban necesitando un gerente general, que se haga cargo de la administración del cielo. Hacía varios años ya que el infierno había repuntado, logrando conseguir más militantes.

Dios se preguntaba por las razones que llevaban a mucha gente optar por entregar sus almas al infierno por toda una eternidad, Muy preocupado convoca a un concurso.

Se presentan dos empresarios uno ético y el otro corrupto. El empresario corrupto se adelanta y encuentra a dos señores parados en la puerta del cielo. Astuto este empresario le dice que aquí es el lugar donde va a reposar su alma, además direccionará al cielo como una empresa exitosa, como la que él tenía en la tierra.

Uno de los tipos que cuidaba la puerta le pregunta:
- “¿Cómo era tu pueblo? ,¿De dónde vienes?”

- Vengo de un lugar horrible donde los hombres se odian, donde la coima se impone al esfuerzo, donde los niños son violados, es decir de un lugar de perdición.

- Entonces para qué quieres entrar a este mundo si es igual al lugar de donde tú vienes.

Se acerca el empresario ético y le pide al portero permiso para ingresar al cielo, éste también le hace la misma pregunta:

- ¿De dónde vienes?”,


- El empresario le responde: “Vengo de un lugar hermoso, en donde los hombres se equivocan pero se reivindican, en donde el hombre se esfuerza notablemente y hace sus cosas con pasión, en donde la gente está esperando que le enseñen a amar, porque sí tiene muchas ganas de entregarle todo sus sentimientos al prójimo.”

- Qué casualidad, le responde el portero, aquí la gente también es como la de tu pueblo, has venido al lugar correcto. Entra.

El otro tipo que también estaba cuidando la puerta sorprendido le pregunta:


- ¿ Por qué al primero le dijiste todo lo contrario?.

- Entiende, los dos vienen del mismo pueblo, lo que hace a un pueblo malo o bueno son las mismas personas y Dios quiere al más capaz.